Contactarse con extraños…
Proporcionar datos personales a desconocidos…
Intercambiar fotografías…
Todos estos son factores de riesgo.
Para navegar por internet, sugiérales que antes de publicar información personal su hijo verifique que la página sea de confianza y que cuente con medidas de seguridad.
En la medida de lo posible, saber cuántas cuentas de correo tienen sus hijos, cuántos perfiles en redes sociales tienen, quiénes son sus amigos, y saber las edades de los amigos.
Trate de conocer a sus "amigos cibernéticos" tal como conoce a sus amigos reales.
Es útil restringir páginas y ajustes en los controles de privacidad. En las máquinas del hogar se deben bloquear las páginas no aptas para menores.
Actualmente hay servicios que califican los sitios web por contenido, así como programas de filtro y navegadores que permiten a los padres bloquear sitios de los que sabe que contienen material objetable.
En el caso de los controles de privacidad, es importante personalizar la información que se pueda ver de primera vista en los perfiles, principalmente las fotografías.
Es recomendable que las cuentas sean totalmente privadas, a fin de que sólo los amigos del menor puedan ver los datos y los comentarios en sus muros.
Enseñe a sus hijos a nunca dar información que lo identifique (domicilio, número telefónico, escuela a la que concurre, etc.) a menos que lo haga bajo su atención y autorización. Si publica datos, que éstos no pongan en riesgo su integridad o la de su familia.
Recuérdele que cuando se sube información o imágenes a la Web, ya no es posible tener el control de ellas ni poder borrarlas.
Es posible desactivar “Facebook lugares”. Esta aplicación de la red permite señalar el lugar en el que se encuentra el propietario de la cuenta en el momento en que escribe un comentario. En la opción de “Configuración de privacidad” se puede bloquear la función.
Trate de que configure la privacidad de su perfil para que controle el acceso.
Su hijo o hija debe saber que nunca debe concertar reuniones personales con otros usuarios de Internet sin su consentimiento.
No es conveniente que su hijo o hija pase largas horas en Internet, especialmente a horas tardías de la noche. Es mejor poner un límite de tiempo para que el niño cumpla con esa norma.
Indíqueles que nunca respondan mensajes de correo electrónico, comentarios de los foros de conversación o de los grupos de noticias que sean hostiles, obscenos, impropios, amenazantes o que lo hagan sentir incómodo. Si reciben un mensaje acosador, de naturaleza sexual o amenazante, envíe una copia del mensaje a su PSI (Proveedor de Servicio de Internet) y pida ayuda.
Si su hijo o hija le cuenta acerca de una persona o de algún hecho perturbador que encontró en línea, no lo culpe, explíquele y ayúdelo a evitar problemas en el futuro.
(Fuente: National Center for Missing and Exploited Children)
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